domingo, 7 de febrero de 2010
muerte subita
Sube el azul del cielo a las cornisas de los edificios olvidados de mi ciudad, y siento como el vacío se precipita entre tejas de pizarra enmohecidas, pienso seriamente en el sentido del pasado y el presente, y las huellas que deja el sufrimiento de lo inevitable.
Será verdad que los deseos se cumplen y los sueños se alcanzan? será verdad que esos deseos son bidireccionales ,tanto para el bien como para el mal? nadie ha puesto condiciones en la vida, salvo nosotros mismos, no podemos evitar ser personas, no podemos evitar amar, odiar, no podemos evitar vivir sin ponernos barreras...
Los sentimientos arden en mi pecho, como en el de miles de personas que buscamos la manera de avanzar en el "infiernocielo" de la vida, en el que nos escurrimos día a día, como banderas agotadas de ondear en el viento, pero sin patria y sin personas cercanas que entiendan la profundidad que va mas allá de nuestras propias palabras y todo el agotamiento interno que llevamos como losa a pesar de que los días pasen lenamente iluminados...y es que yo me niego a ser infeliz, y a dejar pasar los días implacables como si no los hubiera vivido, pero no dejo de ser una persona que a veces siente el dolor de lo que sólo ella misma sabe que ha vivido y no puede evitar desear justicia e imaginar cómo seria esta, si en sus manos estuviese tan cruel decisión...a veces la imaginación de las persona se queda corta ante la crudeza de las decisiones de la vida y otras...otras simplemente las personas nos quedamos boquiabiertas esperando que mas adelante llegue esa llamada al cielo, y se cumplan los deseos que a veces no piden nada bueno....
Publicado por
Sonia Ramirez de Arellano
2 comentarios:
Quizás se trate de las dos caras de la misma moneda.
si quizas es eso....
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