Vuelan mis ojos hacia tus ventanas encendidas
la luz del comedor se vuelve peligrosa
los recuerdos se amontonan
es otoño
nuestro otoño pasado pasó
nuestro otoño renace 365 días al año
Y se vuelven opacos los cristales del sol
y el llando de la sordidez se vuelve amargo
retornas a mi interior como el aire al pulmon
un cigarro inacabado, en el anden de alguna estación
Planean mis sentidos en tu busqueda
y se amontonan calcetines en un rincon
las esperas se vuelven tediosas
y el cajon de mis palabras se marchita
es otoño
mi-tu otoño
nuestro otoño maldito
de conciertos inesperados
y sorpresas perdidas
Es otoño, y tú, no recuerdas mi nombre...
1 comentario:
Pues yo si que recuerdo el tuyo...
Precioso relato! :))
Arwen
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